domingo, 13 de diciembre de 2009

Maranthonio v2, solo io!




¿Quién me lo iba a decir?, y es que es bien cierto que cada carrera es diferente y cada Maratón por motivos obvios, también.
Florencia era la cita señalada, desde que terminamos la Maratón de Barcelona José y yo nos animamos a hacer una segunda en el mismo año, porque es cierto que esto de correr engancha y las largas distancias aún más.
Nos pusimos a mirar fechas buscando una Maratón fuera de España que fuera atractiva y que nos dejara un poco de margen para recuperarnos de la de Barcelona, hacer nuestras vacaciones y entrenar los largos cuatro meses hasta el día de la carrera.
Berlín que es una maratón muy atractiva nos caía demasiado pronto (en septiembre), así que empecé a calentar los motores para que todos se apuntaran a la de Florencia que por fechas (29 de noviembre) nos dejaba un margen suficiente para recuperarnos y empezar a entrenar en agosto sin demasiadas complicaciones.
Alberto (mi sobrino), que me acompañó los primeros 14 km de la de Barcelona se apuntó rapidísimamente a la aventura para debutar en lo que sería su primera Maratón y con lo cual ya éramos tres corredores.

La cena de Julio en mi “terraciki”

Hablamos con Albert Barrachina para que nos entrenase para la nueva carrera y es que no podía ser otro mejor cualificado para repetir la maravillosa experiencia de Barcelona.
Lo mejor era hacer una cena con vinito y unas pizzas (jeje) para empezar a poner en marcha la "Firenze Maratona 2009", nos reunimos todos en la terraza de mi casa y empezó la planificación y la cuenta atrás!

Empezamos a entrenar en el mes de agosto que fue muy duro, más tarde llegó septiembre y las carreras de 1/2 maratón a las que nos apuntamos Alberto y yo para no entrenar solos los domingos.
Definitivamente he hecho 5 medias maratones durante estos cuatro meses, en realidad más porque cuando empezaban a correr en las 1/2 maratones yo ya había corrido antes hasta 7 km más (jeje)
Estaba sintiendo que mi progresión esta temporada resultaba muy satisfactoria, Albert me comentaba lo mismo sintiéndome cada vez más fuerte físicamente y notando que corría cada vez más por encima de los tiempos marcados en los entrenos (y eso que en esta ocasión en vez de bajar de peso yo ¡subía! -incomprensible-).
Durante este periodo empezaron a multiplicarse los problemas de toda índole: laborales, personales y etc...etc... que trataban de minar mi estado de fuerza y ánimo, pero yo resistía y aguantaba sintiéndome a la vez más fuerte y seguro corriendo.
Afortunadamente esta vez no me estaba "lesionando" y parecía que todo iba a salir rodado, Albert me pronosticaba una carrera entre 3:10 y 3:15 horas y yo no me lo podía creer aún con todo lo que me estaba "lloviendo afuera" y que pudiera hacer un entrenamiento tan bueno.


Firenze, "che bella" y los "bichos"
Ya sabéis todos que me lesioné de nuevo 15 días antes de correr, :o( en esta ocasión el isquiotibial fue el causante, parece que me gusta meterle tensión cuando falta poco para el día, jeje! . Mis rutinas de entrenamiento quedaron anuladas y junto con David Gallego (i fiseo)en esa contrareloj por "arreglarme" lo convertí fue mi particular batalla contra el “bicho” que parecía estar ganada.

Volé a Florencia con mucho ánimo y con unas anginas tremendas, y es que parece que cuando hay carreras me gusta esto de ponerme malo!!. Llegamos a la ciudad de noche (17:30 de la tarde) y nos fuimos al hotel, que por cierto Bravo José! por la elección...madre mía que pedazo de habitación más bonita con frescos en los techos y cama con dosel!.

Salimos a pasear por la ciudad, que preciosidad de sitio y eso que empezamos a verla de noche y muy mal iluminada pero la Piazza del Duomo es una maravilla.
Justamente en esta plaza nos encontramos todo el equipo de corredores, liebres y acompañantes, allí estábamos reencontrándonos todos con la emoción del viaje, la ciudad y la aventura de la carrera.
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Al día siguiente Alberto (mi sobrino) y yo nos levantamos a las 6:30 de la mañana para acostumbrar el cuerpo al madrugón y nos dimos un paseo delicioso por el casco antiguo mientras amanecía. ¡Qué fotos más bonitas!, uf la Piazza de la Signoria, Ponte Vechio, Piazza Republica....ummmm!. , cuando son las 9:00 nos cogemos un bus que nos lleva a la feria para poder recoger nuestros dorsales, el ambiente de corredores es brutal, que pasada como esta lleno esto! ya se empieza a oler a Maratón... qué nervios!.
Regresamos de nuevo al hotel tras perdernos en un bus por toda Florencia y salimos a rodar unos 10 minutos Alberto y yo, en mi caso hacía 10 días que no corría y mis sensaciones eran buenas, parecía que el “bicho” había desaparecido y tras hacer una ronda en “sprint” me sentía bien sin dolores en el isquio ¡¡¡BIEN!!!...ánimo por las nubes.



Ese día por la tarde fuimos a visitar al David de Miguel Ángel...XD!! UFFF! ¡qué cosa mas espectacular!, luego cenorro todos juntos para organizar la carrera, mi liebre cambió a última hora debido a la lesión y pasa de ser Xavi a ser Pau quién me atendiera desde el Km 25 al 42. quedamos en vernos en el km 12,5 para cambiarnos rápidamente los cinturones de bebida isotónica para más tarde encontrarnos en el km 25 con nuestras respectivas liebres que llevarían un cinturón extra y el resto de geles energéticos para continuar la carrera, así que una vez todo estaba hablado Alberto y yo nos fuimos rápidamente al hotel a dormir.



La Maratona


Domingo 29 de noviembre de 2009, suena el despertador a las 5:55 h, no se que me ha pasado esta noche pero no he pegado ojo, no he estado nervioso pero después de preparar mi cinturón con las dos botellas isotónicas y la ropa para correr (parecía el hotel de un torero con todo el traje de faenas bien puesto sobre la silla). Me fuí a la cama a las 11:15 y fueron pasando las horas y yo en duerme vela, cada hora me despertaba y así hasta que sonó el despertador. grrr!

Alberto y yo desayunábamos los macarrones que nos habían preparado en un “tupperware” los del restaurante de la cena, nos pusimos el “traje de faena” y nos fuimos todos a coger los autobuses que nos trasladaban al punto de salida, el mirador de Miguel Ángel, en una colina de la ciudad donde se tienen unas vistas preciosas de todo el conjunto.
Tras la foto de rigor, partimos los tres al autobús que nos lleva a la salida, una vez en el mirador y tras unas visitas a los wc’s (que no falte!) calentamos y estiramos según las instrucciones de Albert. Oooops!!, se me olvidaba hablar de “Luisito” uno de los amigos de Alberto que nos acompañaba los primeros 12 km suministrando la isotónica a Alberto.

El ambiente allí si que era brutal, ¡qué cantidad de corredores!, por megafonía y en todos los idiomas nos saludaban a los corredores animando todavía más, eramos unos 280 españoles, no está nada mal! ;o)
Nos fuimos cuando faltaban unos 20 minutos a nuestro cajón de salida y ¡oh sorpresa!, no podíamos entrar había cola ya que estaba tan saturado que no cabía nadie. Alberto y yo decidimos quedarnos guardando cola (no era tanta en realidad) pero José más nervioso decidió saltar la valla metálica...yo solo de pensar que me podía caer en el intento de saltarla preferí quedarme donde estaba. ;o)

A las 9:30, dan la salida y pese a donde estábamos tardamos solo 2 minutos en atravesar el arco de salida. La carrera prometía, la íbamos a correr Alberto y yo juntos para hacer el mismo tiempo 3:15 min. y así fue.... los primeros 2 km!


Bicho malo...

La salida estaba saturadísima de gente y era muy lenta hasta que empezaba la bajada de 5 km donde teníamos que aprovechar para restar tiempo de carrera. Ibamos perfectamente los tres ( Luisito, Alberto y yo, a José ni se le veía el pelo!), hasta que por encima del Km2 aproximadamente y en plena bajaza ...ZAS! apareció el “Bicho”, me dio tal pinchazo que me paré en seco apartándome a un lateral de la carrera, a Alberto le dije, ¡TIRA, TIRA, YO HE PINCHADO, TIRA, TIRA!.

UFFFF!!!..cuatro meses de grandísimo esfuerzo, entrenando y peleando contra todo tipo de adversidades laborales, personales y otras tantas... grrr!. Durante este tiempo de entreno he estado a punto de perder muchas cosas que quiero y otras tantas que perdí, así que no quería resignarme, no podía aunque el dolor era tremendo.

Intentaba correr un poco y no podía, me pinchaba mucho y no me dejaba dar la zancada adecuada sin cojear, me puse a estirar como un loco a ver si mejoraba mientras por mi cabeza pasaban los cuatro meses desde mediados de agosto, con todo lo que me a ocurrido en estos meses, ¡tantas cosas SIPAW!.
Caminé un poco, intentaba trotar, pero no había manera, dolía mucho, MUCHO! y me estaba doliendo hasta el alma por perder encima esa Maratón, mi Maratón.

En mi desesperación pensé en apretarme el músculo con algo, así que decididamente me quité el buff que llevaba al cuello y me lo até al muslo muy fuerte haciendo torniquete, me puse a correr y UFFF, al menos al llevarlo en compresión el músculo no se movía tanto y me dolía pero algo menos, lo justo como para poder intentar correr.l


Un salvavidas

Empecé a correr suavemente, buscando cual sería la forma en la que mi cuerpo podría adaptar el cambio que había hecho en la mecánica. La verdad que los primeros km el dolor era tan tremendo que me paraba constantemente y estiraba mientras seguía viendo como todo el mundo corría y me adelantaba, no podía más con la rabia contenida que tenía en el cuerpo, y en el km 6 me dije que adelante Marco!...que esa carrera la tenía que hacer.
Me propuse aguantar el dolor hasta el km 12, donde habíamos quedado en vernos, mientras echaba “sapos” por la boca diciendo todo tipo de barbaridades!
En el 12 podría pedir ayuda a nuestras liebres para que me masajearan la pierna y poder seguir corriendo, el ánimo de encontrar a Pau me hizo seguir adelante.

Llegar hasta el km 10 fue toda una odisea de dolor y cuando me acerqué al km 12 fui consciente de una cosa que marcaría el resto de mi carrera.


Solo io!

Tras quedarme pinchado en el km 2 corrió la voz que había abandonado la carrera, no en vano mi lesión estaba muy reciente y es tan sumamente dolorosa que no cabía otra explicación cuando grité a Luisito y Alberto: TIRA, TIRA, YO HE PINCHADO, TIRA, TIRA!.

El Km 12 estaba desierto de caras amigas, no había nadie, todos entendieron que yo había abandonado la Maratón y nadie se esperaba que hiciera lo que estaba haciendo. Así que siguieron con los planes establecidos pensando que me encontrarían plácidamente en el Hotel por la tarde.

La escena me resultó sumamente desoladora: cojeaba y buscaba entre la gente del público una cara amiga para encontrar mi “salvavidas”.

No encontrarlo fue tremendo, pero muy comprensible.

Entonces entendí lo que empecé a repetirme durante los 42 Km una y otra vez:
“Esta carrera la hago SOLO y esta carrera la ACABO!.”

Me vine arriba enseguida, le di la vuelta a una situación adversa para convertirla en un aliciente más para mi maratón, ya sabía más que de sobra que no podía completar mi recorrido en 3:15 pero el fin de la carrera había cambiado radicalmente, ya no importaba el tiempo final, lo que importaba es que lo iba a hacer yo solo, sin ayuda y lesionado.


Porca miseria

Seguí corriendo y mi particular Maratón, el torniquete apretaba mucho y me la desplazaba por el muslo para que no me cortara siempre en el mismo punto el dolor. Pensé que lo mejor sería en cuanto viera un puesto de socorro acercarme para que me practicaran un vendaje compresivo, así que el el km 21 cuando se cumplía la medio maratón vi un puesto móvil de socorro y me acerqué a pedir ayuda.

La imagen era desoladora, dentro de una tienda de campaña habían dos atletas con muy mala cara y tapados con mantas, en el exterior varios asistentes desidiosos y fumando (una de ellas dentro de la ambulancia!).
Pedí que me atendieran y me practicaran un vendaje de compresión, sus miradas reflejaban un ¿pero qué me estas pidiendo?, después de intentar explicarme en “Itañolo” lo que necesitaba me mira otro de ellos y dice que va a buscar algo para vendarme. Al rato (muy largo) vuelve con una venda de tapar heriditas y me pregunta -“¿como debo de hacerlo?”-, yo ya no sabía donde meterme, me estaban haciendo perder aún más tiempo del que ya había perdido por culpa de la lesión.
A la chica que fumaba dentro de la ambulancia le pedí un analgésico en spray para la pierna porque era incapaz de hacer nada por voluntad propia para atenderme. Menos mal que apagó el pitillo para ponerme el aerosol en la pierna!

El fulano en cuestión de la venda empieza a colocarla en el muslo y me pone esparadrapo dejándome la pierna cual morcilla toda llena de bultos. Me marcho desesperado de allí maldiciendo a la panda de ineptos que me atendieron (hostia qué desastre!), corro unos 50 m. y me paro radicalmente, ¡ qué m* de cosa me han puesto!, fue peor el remedio que la enfermedad, así que me lo arranqué todo de golpe y me puse de nuevo mi torniquete, ahora sí que puedo volver a correr y menudo tiempo me han hecho perder estos!

Avituallamiento

Mis reservas de bebida isotónica y geles se acabarían tarde o temprano, al no tener a Pau en el Km 25 que me proveía de nueva energía decidí que debía economizar mis geles y líquidos para lo que restaba de carrera.
Afortunadamente los puntos de avituallamiento eran múltiples y muy generosos, los voluntarios lo hacían estupendamente “Chapeau!”, así que empecé a abastecerme de lo que nos ofrecían para poder hacer durar más mis recursos. Nos servían Té caliente, bebidas con sales, agua, y en sólido tenían plátanos, limones y creo que algo de galletas y barras energéticas.

Me lancé sin dudar directamente al té, pensaba que la teina me daría un poco más de fuerza y ganas de seguir, también agua, sales y por supuesto plátanos para aportar el máximo de vitamina K a mi cuerpo y a los músculos.
Los kilómetros iban pasando y me sentía cada vez más corredor y fuerte, miraba mi reloj y los tiempos por km eran cada vez menores, no en vano adelantaba continuamente a todo el mundo, en ningún momento me adelantaban o si lo hacían los volvía a pasar más adelante.
Paré varias veces a apretarme de nuevo el torniquete y durante tres ocasiones adelanté a la liebre de 4:15h, lo cual además me animaba a darle mas caña porque me veía fuerte, muy fuerte.



Forza...forza!

Los kilómetros van pasando y yo cada vez más animado, el recorrido me encanta, es una gozada correr por esta gran ciudad, voy llegando por fín al km 30 y pienso que con 12 km más terminamos, así me auto animo porque se que lo que viene ahora es LO PEOR.
El paso por el km 32 va bien, el dolor de tanto que me dolía ya casi ni lo noto, aún así no me atrevo a dar zancadas más grandes por miedo a que me duela igual de fuerte que al principio, pienso en este punto que he cumplido con el mismo número de kilómetros que en el entrenamiento más largo de estos cuatro meses y sé que 32 los corro sin problema y que 10 más no se van a resistir, pero el calvario empieza a partir del 33.

Los kilómetros cada vez se hacen más y más largos, los corredores desertan de su afán por seguir corriendo y empiezas a ver como se paran unos y otros caminan con cara de estar destrozados. Además durante estos pesados 10 km corrimos por un parque donde no había nadie de público que nos animara lo cual resultaba más triste y duro para todos.
El silencio en la carrera era tremendo, solo roto por algún quejido de dolor o suspiro, adelante a un corredor que estaba haciendo la Maratón con dos muletas, madre mía eso si que es duro!!



FINE

Por fín pasamos la parte dura del parque y regresamos al centro de la ciudad, vamos por la rivera del rio, dejamos el Ponte Vechio a la derecha y entramos para pasar de nuevo por la Piazza del Duomo.

J*DER!, es impresionante la cantidad de gente que hay, como animan y gritan a todos, esto si que da alegría y hace sentir que merece la pena tanto esfuerzo y sacrificio. Se acerca la hora y son solo dos kilómetros que me separan de la meta, hay que echarlo todo, ya no hay dolor solo hay una sensación inmensa de haber conseguido algo grande.

Cuando paso por el Duomo se apodera de mi la emoción, le lanzo un beso a la catedral "MUACK!", todo el mundo aplaude mucho, se nota que la ciudad está volcada en el evento y esa sensación me da un “chute” de adrenalina que saca de mi las últimas fuerzas para llegar a la meta.

De repente el suelo está alfombrado de color azul estamos llegando a la meta: la Basílica de la Santa Croce, la música suena muy fuerte y la meta la veo al fondo con el crono a 4:05 h., me arreglo el torniquete tapándomelo con la malla (hay que ser coqueto para la foto) y apreto fuerte para llegar como un campeón.

Es mi momento ¡POR FIN!, depués de tanto entrenando, de todo lo que ha pasado en esos cuatro meses de alegrías y tristezas de stress, nervios y lesiones, llego mi hora.

Los ojos se me humedecían de alegría y fue tal que rompí a llorar de emoción a atravesar la meta como siempre con el brazo en alto y el puño cerrado.
Ya no importaba nada, el dolor (enorme) era lo de menos, me había ganado la medalla de la Maratón sobradamente y lo había hecho SOLO IO!

Mi tiempo Final:


Pos.Pos. M/WPos. CATPett.Cognome NomeCat.TempoRealTimeVideo
5148 4670 887 1911 GARCÍA AGUILERA MARCO MM35 04:05:07 04:03:39 RTV Video

Agradecimientos:

Al primero de todos a mi sobrino Alberto por su ayuda, soporte, cariño y porque se lia la manta a la cabeza como yo en estas cosas! y felicitarlo porque el ha hecho suyo el "Veni Vidi Vinci" en la Maratón conquistando el tiempo de 3:14:59 en su debut!...es todo un Crack!

A mi entrenador Albert Barrachina por su magnífico entrenamiento y la enorme la calidad humana que tiene.
A José y Ana, a él porque estamos locos y esto no va a tener fin..la próxima ya me esta hablando para ir a Praga, luego a Berlin...NY! y a Ana por una escelente compañía y conversación en la Piazza del Duomo.
A David Gallego, mi fiseo, que se ha preocupado de arreglarme en un tiempo record y sus llamadas de ánimo antes de la carrera.
A Pau y Xavi, mis liebres, porque han dejado siempre dejando una nota en mi Facebook animándome y no te preocupes Pau, en la próxima te espero ;o)
A Gilbert que gracias al masaje que me dió minutos antes de salir en la espalda, me quitó una contractura de última hora ;)
A mi familia, por el apollo y el calor que me han dado.
A mis cosas, al Sipaw, a las Rocas y a todos los que me han aguantado ente tiempo.

Por último: A ti, porque si te has leido este tostón tiene su mérito. ;o)

La próxima cita en cuanto me recupere de la lesión será....


5 comentarios:

  1. Marco, estoy impresionada. ¿Cómo pudiste seguir? Creo que estás loco, pero de remate. Felicidades, guárdate un poco de energía para la próxima.

    Tu relato es muy entretenido, me ha encantado. Gracias por hacérnoslo vivir tan cerca.

    Belén

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  2. Gracias Belén, estoy de acuerdo con lo que dices y es que hay que estar un poco loco para hacer esta tontería, me la jugué claramente y por suerte no salí tan mal parado :).
    Gracias a ti por leerme.
    Un abrazo.

    Marco

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  3. Ets una autèntic crack!! La sort ens deu una Marató sense incidències pero potser no serà una veritable Marató!!
    Una forta abraçada!!!

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  4. Drama, èpica i final feliç. Coi, si sembla un guió de pel·lícula!

    Felicitats doble-maratonià!

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  5. Marco! Merci pel teu comentari! Aquesta Marató també ens ha servit de lliçó a nosaltres! Si s'ha d'esperar un corredor s'espera i punt! No s'ha de fer cas de 3rs... M'alegro que tot plegat t'hagi fet créixer com a corredor i que l'experiència t'hagi motivat encara més per, com diu el Guardiola, seguir, seguir, seguir...

    Abraçades amic!
    Pau (la teva llebre fantasma... jajaja)

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