Empieza ya a soplar el viento que viene del norte y eso se nota en mis salidas a correr, esta semana he decidido entrenar mayoritariamente en la "Carretera de les Aigües" -para los que sois de fuera de Barcelona deciros que es una larga pista de tierra en plena montaña del Tibidabo muy concurrida por deportistas-; pues bien, se nota que se va acercando Diciembre y el frio llega ¡y de qué manera!.
Una de las contrariedades que hay que superar en esto de correr, es la pereza a salir a la calle, o lo que es peor a la montaña con frio y viento; así que me ha tocado desempolvar mis "Buffs" (también conocido como "braga", pero omitamos esto último por favor) y colocármelos al cuello para prevenir los temibles resfriados y anginas. El madrugón del jueves para entrenar mientras amanecía o el viernes que soplaba a mediodía un viento gélido y fuertísimo en la montaña no habrían sido posibles sin estos trozos de tela elásticos y coloridos.
¡Bueno, bueno, bueno!...pese al frio que ya llega, que semanita me tenía preparada mi entrenador, siete días de impacto o lo que es lo mismo 84 Km que se han llevado de premio mis piernas y pies ;-). Con semanas como esta, uno empieza a darse cuenta de la dureza que significa correr una Maratón.
De los siete días que tiene la semana solo he descansado ¡uno!, empecé el lunes y sin parar cada día buscando huecos en mi agenda profesional para poder entrenar con calidad y entrega. Hoy Domingo he terminado mi semana con una Medio Maratón y realmente estoy j**** y muy contento.
¡Qué bien que ya he visto el plan de la semana que viene! tengo semana de descanso por fin, aunque sin olvidar que el próximo domingo hay competición en la Medio Maratón de Tarragona (una de las mejores que conozco). El año pasado me la perdí ya que estuve trabajando en Paris, pero este me voy a desquitar. ;-)
este con más razón ¡no voy a consentir perderme este invierno una semana de entreno!; la vacuna te debilita un poco y por si fuera poco los tigres, ¡si!, malditos mosquitos tigres. Parece mentira que a estas alturas del años aún puedan vivir estos antipáticos bichos chupa sangre que nos han invadido desde hace tres años en la provincia de Barcelona.
liebre!. 